La cooperativa ha puesto en marcha proyectos innovadores que permiten hacer un uso sostenible y responsable de los recursos hídricos.

La cooperativa Grufesa es consciente de la importancia que tiene el cuidado del entorno en el que producen unas 24.000 toneladas de fresa cada campaña para la calidad y valores de esta fruta. Uno de los ámbitos en los que trabaja es el aprovechamiento de cada gota de agua de riego, así como el uso exacto de los nutrientes que precisa la planta.

Según explica el gerente de la empresa, Carlos Cumbreras, “cada gota cuenta”.  Por eso, la cooperativa participa en proyectos innovadores que permiten hacer un uso sostenible de los recursos hídricos. Con IG4 se puso en funcionamiento un sistema de optimización de recursos que permite cubrir las necesidades específicas de cada una de las explotaciones agrícolas en tiempo real, a través de Internet, mediante un conjunto de sensores y sistema inalámbrico.

“Esto significa que no desperdiciamos ni agua ni nutrientes. Usamos, y bien, sólo los que la planta necesita. Esto tiene beneficios en la fruta, que es más natural, y en el suelo. Este proyecto gana importancia en un entorno como el que crecen las fresas de Grufesa, en el entorno de Doñana, y con un bien tan escaso en la Comarca como es el agua”, argumenta Cumbreras.