Teresa Castilla cumple en el mes de marzo 31 años de trabajo en Grufesa. “30 años es toda una vida”, nos explica. Tere, natural de Moguer, trabaja en el Departamento de Administración desde que llegó a la empresa. “He visto a la cooperativa crecer”, asegura.

Y es que por sus ojos han pasado 31 de los 33 años que tiene la empresa del sector de los frutos rojos. “Al principio, cuando llegué, las cosas se hacían de forma diferente, se trabajaba distinto porque la empresa también tenía menos movimiento”, asegura la administrativa, que recuerda que en sus inicios “Grufesa tenía 14 socios, mucha menos fruta y 30 mujeres manipulando. Hoy son 39 socios y 400 mujeres”.

Castilla explica que hace tres décadas solo había dos personas en Administración (hoy son cinco) y esto le sirvió para “aprender a hacer de todo y conocer todas las áreas de la empresa”. A pesar de que echa la vista atrás, asegura que la tecnología llegó para modificar y mejorar la forma de trabajar. “Actualmente somos capaces de llevar un control exhaustivo de todo y hacerlo como antaño, todo a mano, ahora es impensable”.

Grufesa en 30 años ha cambiado como la vida, para mejor. Antes, el trabajo en el campo era más sufrido. Hoy, gracias a los adelantos que existen, eso ha mejorado”, explica.

Asegura que, a pesar de los años que lleva el sector de los frutos rojos trabajando en la provincia de Huelva, “aún no se conoce fuera lo que mueven la fresa y el resto de berries y, afortunadamente, cada vez va a más”. Castilla se refiere al transporte, material de oficina, etc. “En Moguer todo el mundo vive del sector, hasta las ferreterías, porque compramos grandes cantidades y venden al por mayor”. Por este motivo, asegura que debe valorarse más el esfuerzo que realizan los agricultores, porque generan riqueza, sobre todo, a su entorno.