La campaña de la fresa está a punto de terminar. Atrás han quedado meses de intenso trabajo para ofrecer a los consumidor nuestra mejor fresa. Para el gerente de Grufesa, Carlos Cumbreras, ha existido una constante durante toda la temporada, llegando a ser lo más destacado de la misma: la calidad de la fresa.

Esta ha sido, según ha explicado el gerente de la cooperativa, una campaña “en la que la fresa ha brillado por sus condiciones, teniendo mayor calidad que en campañas anteriores”. Sobre el transcurso de la temporada, Cumbreras ha referido el “cambio de tendencia acusado” que se da normalmente en el periodo de Semana Santa y que en esta temporada ha ido acompañado de altas temperaturas “que no nos han beneficiado”.

La campaña de la fresa podemos dividirla en dos partes bien diferenciadas, con la Semana Santa como ecuador, siendo la primera de ellas muy positiva, donde la demanda ha sido fluida y los precios en origen han sido aceptables y, en la segunda, con pérdida de fuerza en la demanda y exceso de oferta donde, por consiguiente, los precios se han resentido.

Respecto a la cantidad de fresa recolectada, Cumbreras ha asegurado que esta no ha sido una campaña “especialmente larga pero sí hemos tenido volúmenes de fruta comercializada más altos a final de campaña, que han perdurado hasta casi el final del mes de mayo”. Actualmente Grufesa aún está recolectando escasas cantidades para el mercado en fresco y reducidas para su procesamiento industrial (para hacer zumos, mermeladas, jarabes, etc.) y es por ello que no conoce el total de fresa producida.

Esta mayor producción ha ido acompañada de una buena demanda por parte del consumidor aunque ha caído al final. “Nos ha faltado producto en buena parte de la campaña y, una vez avanzada, no ha habido demanda suficiente para todo lo que podríamos haber recolectado”.