La cooperativa Grufesa está adaptando la sala de manipulación para aprovechar al máximo, cuando sea posible, la luz natural y disminuir así la dependencia de la luz artificial. Actualmente ya se ha concluido la primera fase de esta obra.
Con un coste aproximado de 22.000 euros, supone otro aporte más de la empresa en el capítulo de sostenibilidad, en el que incluye otros proyectos en diferentes áreas de trabajo, al respeto y cuidado al medio ambiente, ya que limita el uso de las lámparas artificiales en las horas en las que se dispone de suficiente luz natural. Además, esta adaptación del techo de la sala beneficia a la salud ocular de los trabajadores, que cuentan ahora con luz solar.
En concreto, se trata de grandes placas de cristal ubicadas en el techo que permiten el paso de la luz en la sala de manipulación, un espacio de 3.642,98 metros cuadrados.