El ahorro se suma al del 30% que ya alcanzó la pasada campaña gracias al programa de I+D+i que implantó con IG4 en su apuesta por una agricultura de precisión y responsable.

Grufesa, firma de Moguer (Huelva) productora y comercializadora de berries, culminó la pasada campaña de la fresa logrando que casi el 100% de sus socios ahorrase hasta un 20% en el consumo del agua de riego gracias a una gestión óptima y eficiente en su apuesta por una nueva forma de producir más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Gracias a la tecnología del programa IG4 de monitorización y localización del riego y aportes de nutrientes según las necesidades de la planta, que manejan ya casi todos los socios productores de la compañía, éstos han podido controlar y optimizar en todo momento el agua requerida para producir sus fresas, haciendo de esta forma un uso responsable al utilizar sólo la estrictamente necesaria.

Según los datos relativos a la pasada campaña extraídos de la metodología de trabajo que implantaron Grufesa e IG4 hace ya tres campañas de forma pionera en el sector, los socios adheridos lograron reducir hasta un 20% adicional el consumo medio de metros cúbicos de agua por hectárea en la pasada campaña, ajustándolo así a las necesidades reales de cada explotación.

Este ahorro anual del 20% en el último ejercicio se suma al obtenido en la campaña precedente, cuando los socios ya consiguieron reducir hasta un 30% el gasto de agua en el afán de la compañía por optimizar los recursos a través de una apuesta integral por la sostenibilidad medioambiental.

A este significativo ahorro, además, hay que añadir el conseguido fruto del control del riego posplantación a través de pluviómetros, lo que incrementa la cantidad de agua optimizada y contribuye a reducir la huella hídrica de las explotaciones.

Tras tres años de adhesión al programa y fruto del compromiso medioambiental que preside su filosofía empresarial, casi el 100% de los socios productores se han adherido ya al proyecto incorporando el uso de sistemas de monitorización de los cultivos, que hace posible una agricultura de precisión, con un control exhaustivo del agua de riego, y seguimiento de los nutrientes del suelo y de la planta, entre otras variables, para obtener una fresa sabrosa y saludable con el consumo mínimo indispensable.

De hecho, la progresiva implementación de esta innovadora metodología en la producción mediante el empleo de técnicas de monitorización on line ha permitido hacer un uso eficiente y racional del agua necesaria durante el cultivo de tal forma que Grufesa no se limita a cifrar el ahorro en el gasto de agua sino a optimizarla haciendo un uso responsable, es decir, calculando el agua que necesita cada socio en cada momento y analizando los nutrientes que requiere la planta en el momento adecuado.

El ahorro de agua respecto a la campaña anterior ha sido destacado, variando según el tipo de suelo de las fincas, ya que según sea éste necesitan más o menos aporte hídrico. Un punto de control ubicado en el campo permite medir la humedad del suelo, temperatura y caudal de agua para ofrecer a la planta sólo el aporte hídrico y de nutrientes que necesita. Estos registros se almacenan cada diez minutos y el técnico y el agricultor conocen a través de cualquier dispositivo conectado a Internet cómo se está desarrollando y pueden modificarlo al instante si hiciera falta. Por ello, este programa atiende a cada agricultor de forma individualizada y adapta el riego y el aporte de nutrientes a las necesidades de su finca.

“La forma de producir ha cambiado y para nosotros la pregunta no es sólo cuánto ahorras en el consumo, ya que éste lo marcan varias causas, como la meteorología, el terreno, etc, sino cuánta agua utilizas ya que igual estás ahorrando porque hasta ahora no la rentabilizabas. Nosotros buscamos optimizar y ser eficientes sin sacrificar la producción y gracias a este programa podemos controlar en todo momento el proceso de crecimiento ofreciendo a la planta la combinación exacta de agua y alimento que necesita”, subraya el gerente de Grufesa, Carlos Cumbreras.

“Nuestra apuesta es la de ofrecer al consumidor una fresa más natural, cuidada durante todo el proceso de crecimiento”, añade el gerente de la compañía, que, enclavada en el entorno de Doñana y sensibilizada con el medio ambiente, ha apostado por la innovación para situarse a la vanguardia en la optimización y uso racional del agua gastando sólo aquella que requiere y contribuyendo así a la conservación y protección de los recursos naturales del entorno.