La cooperativa onubense se ha unido a un consorcio liderado por AMC Chemical y vertebrado por la Fundación Caja Rural del Sur en el que, junto a otras empresas, investigará el uso de microorganismos o derivados biológicos para aumentar el rendimiento.
La cooperativa onubense Grufesa, ubicada en Moguer, forma parte del consorcio de empresas del proyecto ‘NN TT Abioagrin’, una iniciativa que aúna el esfuerzo de seis empresas con el objetivo común de desarrollar nuevas tecnologías en el diseño, formulación y aplicación de inoculantes biológicos y naturales, a base de microorganismos o derivados biológicos, con el fin de aumentar el rendimiento junto a una aplicación racional de los fertilizantes químicos e incluso, en algunos casos, sin la necesidad de recurrir a estos. Al mismo tiempo se pretende conseguir un control eficaz de enfermedades y plagas con este mismo tipo de productos.
El consorcio de empresas está liderado por AMC Chemical, que junto a Biomasa Peninsular y Fertiberia son las empresas fabricantes de productos; Resbioagro, AGQ Labs como empresas de análisis y seguimiento; y Grufesa como empresa de producción agrícola. Además, para la realización del proyecto se cuenta con los servicios de la Universidad de Sevilla, la Universidad de Córdoba, el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (CSIC), del Centro de Innovación y Tecnología Agroalimentaria (Citagro) y con el apoyo del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE). También se cuenta con la colaboración de la Fundación Caja Rural del Sur que gestiona el seguimiento del proyecto y la difusión de resultados.
Según ha declarado el gerente de Grufesa, Carlos Cumbreras, durante la presentación del proyecto celebrada hoy en Sevilla, este consorcio es “una oportunidad para diferenciarnos de la competencia, sobre todo de la procedente de otros paises, poniendo de manifiesto nuestra sensibilidad medioambiental y nuestro compromiso con una producción aún más saludable”. La utilización de microorganismos como inoculantes o extractos derivados de origen biológicos en la agricultura actual es una necesidad demandada por la aplicación de técnicas agrícolas más respetuosas con el medioambiente. Las inmediaciones de muchos cultivos en entornos protegidos, la adecuación a las nuevas directrices de la Unión Europea de disminución de fertilizantes químicos y la eliminación progresiva de muchos de los fitosanitarios utilizados en la actualidad implican la disminución de insumos químicos (fertilizantes y pesticidas) o su sustitución total.
Entre las seis empresas participantes invertirán un presupuesto superior a los 2,7 millones de euros a lo largo de los tres años de duración del proyecto. Para llevarlo a cabo cuentan con la financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) con el que hace un mes las empresas firmaron un contrato para la financiación del 75% del presupuesto del proyecto mediante la convocatoria de Fondo Tecnológico de “Cooperación Tecnológica entre Pymes”.