Las plantas, recolectadas en sus viveros en Ávila, florecerán y empezarán a dar sus primeros frutos de temporada en apenas unos días.

Grufesa, firma de Moguer (Huelva) productora y comercializadora de berries, está ultimando la fase de plantación de fresas en las 500 hectáreas de que disponen sus socios en la comarca tras un exhaustivo proceso de recogida, selección y preparación de las plantas en sus viveros de Cabezas de Alambre (Ávila).

Bajo la supervisión de los técnicos de Grufesa desplazados a sus viveros para controlar un proceso de selección que garantiza una fruta con los más altos estándares de calidad, cientos de operarios se encargaron de recolectar y preparar las mejores plantas para su rápido transporte en cámaras frigoríficas hasta Moguer, donde, apenas unas horas después de su recolección, un amplio contingente de trabajadores está procediendo a su siembra.

Una vez concluida la fase de plantación y tras dispensarle las condiciones óptimas para su crecimiento y maduración, apenas será necesario esperar unos días para que la planta crezca y florezca antes de dar las primeras fresas de la temporada en sus variedades más tempranas.

“Las plantas que son cuidadosamente seleccionadas por nuestros técnicos en nuestros viveros para poder ofrecer un fruto de calidad se siembran ahora en Moguer, donde nuestros socios les darán los cuidados necesarios para que en unos días empiecen a florecer y den las primeras fresas de la temporada” asegura Lucía Ijano, responsable de dirigir, coordinar y establecer procesos de mejora continua en los aspectos relacionados con la gestión de la calidad como Responsable de Sistemas de Gestión de Grufesa.

Las fase de recogida y plantación forman parte del compromiso responsable de de la compañía moguereña con una producción de calidad, segura y sostenible que la han convertido en referente en el sector como especialista de la fresa.

Una forma de producir que la ha hecho acreedora al reconocimiento como la primera empresa del mundo que logra certificar toda su producción con el módulo Add-on Food Chain Partnership de Bayer CropScience, una certificación adicional a la de la norma GLOBALG.A.P., gracias al que logró la pasada campaña que el 45% de su producción fuese de residuo cero y que el resto cumpliese con la normativa vigente al situarse muy por debajo de los Límites Máximos de Residuos (LMR) legalmente establecidos por la UE.