Los agricultores de la cooperativa llevan ya días preparando el suelo en sus fincas de Moguer y su entorno para garantizar las mejores condiciones de cultivo para las fresas, arándanos y frambuesas de la próxima temporada.

Los socios de Grufesa, firma de Moguer (Huelva) productora y comercializadora de berries, ya han comenzado los trabajos de preparación y acondicionamiento de las casi 500 hectáreas de tierra en las que a principios de octubre se sembrarán las plantas procedentes de sus viveros de Cabezas de Alambre (Ávila) de las que florecerán las fresas de la próxima campaña, así como de las hectáreas dedicadas a la producción de arándanos y frambuesas que completan su catálogo varietal The healthy berry .

Antes de la fase de siembra de las plantas de fresa, los agricultores de la compañía se afanan durante estos días en unas labores de preparación del terreno de las que dependerán en gran medida la producción de una cosecha óptima con una fruta con las mejores propiedades organolépticas para su comercialización en los mercados.

El ciclo agrícola del cultivo de la fresa comprende una serie de procesos o fases organizadas y sistematizadas, entre las que la preparación del suelo es crucial por su decisiva influencia en la maduración del fruto.

Dicho acondicionamiento del terreno previo a la siembra consta de varias operaciones que se desarrollan de forma simultánea: la formación del lomo de cultivo, el acolchado del mismo con plástico negro y la colocación de la cinta de riego para asegurar así el crecimiento idóneo de la planta.

El desarrollo de estas tareas se realiza por personal especializado con una máquina alomadora que, arrastrada por un tractor, ejecuta estas acciones a la vez. Estas operaciones se realizan en el momento clave de humedad del suelo, previamente irrigado con la cantidad exacta de agua que necesita, para que tenga un tempero adecuado que garantice las propiedades y condiciones idóneas para la siembra y obtención de la mejor fresa.

Una vez acondicionado el terreno, posteriormente Grufesa acometerá los trabajos de recolección, selección y preparación de las plantas en sus viveros de  para transportarlas y sembrarlas en los campos de sus socios en Moguer y su entorno a principios del mes de octubre.

Asimismo, desde hace días los socios están procediendo a labores de poda y oxigenación de los arbustos de arándanos y frambuesas con el objetivo de que broten las nuevas ramas de las que germinará el fruto de la próxima cosecha después de haber acometido las fases de limpieza, tratamiento y abono de la tierra que ahora está vegetando.

Estas fases del ciclo de cultivo y producción de fresas, arándanos y frambuesas, supervisadas por los técnicos de Grufesa, forman parte del compromiso responsable de la compañía moguereña con una producción de calidad, segura y sostenible, que se enmarca dentro de la filosofía empresarial que representa su lema de campaña ‘People make Grufesa’, en la que su capital humano adquiere crucial importancia como un valor competitivo añadido en su cadena productiva, desde el origen en sus viveros de Ávila hasta la adquisición de su fruta en los lineales.

Una forma de producir totalmente sostenible que la ha hecho acreedora al reconocimiento como la primera empresa del mundo que logra certificar toda su producción con el módulo Add-on Food Chain Partnership de Bayer CropScience, una certificación adicional a la de la norma GLOBAL G.A.P., que supone una apuesta contundente por la seguridad y salud alimentarias.

Los socios de Grufesa acondicionan el terreno para la siembra de la producción de la próxima campaña