Manuel Batista se incorporó a la familia de Grufesa como socio productor en 1999 asesorado por unos amigos, que le recomendaron su adhesión a la compañía para darle un impulso a su producción fresera después de toda una vida dedicada a cultivar y mimar las tierras de sus padres.

“Me gusta el campo desde pequeño porque mi padre me lo inculcó. Recuerdo que mi padre se levantaba a las 4 de la mañana y se iba con su carro o que mi madre recogía fresas, incluso embarazada. Cuando yo empecé a cultivar sus tierras lo hacía como agricultor independiente hasta que hace ya casi dos décadas decidí unirme a Grufesa” rememora Batista, de 46 años, que, como hacían sus padres con él, instruye ahora en el oficio a su hijo Manuel Batista, de 19 años, para que esté convenientemente preparado para cuando le ceda el testigo de la producción.

“Será la tercera generación de nuestra familia que se dedique al cultivo de la fresa, toda una tradición con la que nos sentimos muy identificados y que, como seña de identidad de Moguer, queremos que perdure a través de nuestros descendientes transmitiéndose de padres a hijos. Podemos decir en este sentido que nuestro relevo generacional está garantizado” asegura.

Manuel Batista destaca la gran evolución que ha experimentado el sector de la fresa desde que sus padres y los primeros productores de la comarca empezaron a cultivarla en la década de los años 60 y 70. “Esto ha cambiado mucho. Recuerdo que hace muchos años las fresas se metían en canastos y se lavaban con un bidón de agua para quitarles la tierra, se bañaba la fresa como decimos, pero los avances tecnológicos han permitido que ahora produzcamos unas fresas más sanas, de más calidad y siendo más respetuosos con el medio ambiente” apostilla.

Elogia la capacidad de Grufesa y de sus socios para ir adaptándose a las exigencias del mercado, lo que, en su opinión, le ha permitido diferenciarse y distinguirse en el sector hasta convertirse en un referente. “En Grufesa trabajamos de forma sostenible para poder ofrecer un producto de calidad” sostiene el productor moguereño, que aplaude la apuesta de la compañía por abrir nuevos mercados con la producción de otras berries aunque puntualiza que ha sido el mimo con que Grufesa las cuida protegiendo su entorno el que la consolidado como experta en fresas.

“La diversificación es una clara apuesta por seguir creciendo con otras berries pero la experiencia que tenemos con la fresa hace que los clientes te posicionen más como expertos de la fresa, tal y como somos reconocidos” sentencia.