Controlar la recta final de la fruta en el almacén para ser transportada y que llegue al cliente final en perfectas condiciones. Este es el trabajo que desarrolla desde hace ocho años Mariló Raposo como responsable del departamento de Logística de Grufesa. Esta moguereña nunca pensó cuando entró a trabajar en la cooperativa hace 18 años que iba a ser la responsable del transporte de mercancías de la empresa y la encargada de controlar la carga y descarga sin que se rompa la cadena de frío de la fruta.
Pero hasta llegar a este departamento ella ha trabajado manipulando fruta y ha desarrollado varios puestos dentro del almacén. En el departamento de Logística “se controlan muchos detalles”, ha asegurado Raposo, que lleva un control de los vehículos en los que cargan la fruta para asegurarse de que lleguen a su destino en perfectas condiciones. Además, “trabajamos para entregar la fruta en el menor tiempo posible y garantizar su máxima frescura a su llegada a destino”.
En su día a día, las nuevas tecnologías le han facilitado la tarea y están a su servicio. Como en el resto de la cooperativa, el entorno está informatizado y mecanizado. Desde su puesto de trabajo vigila que todo esté en perfectas condiciones para el viaje de la fresa y, en esto, la tecnología juega un papel fundamental.
Aunque el transporte de mercancías ha sido, tradicionalmente, un trabajo de hombres, ella asegura que no ha notado “ningún trato distinto por ser mujer” y añade que “aunque cuando empecé había pocas mujeres en este sector de la logística, ahora hay más, ha evolucionado”.
La cooperativa es una cadena de trabajo desde que llega la fruta del campo hasta que sale hacia el cliente final. La de Raposo es la última parte de esta cadena y su viaje hacia el consumidor final.